La población gitana en Europa
Rumanía
ha sido un país con muchas dificultades para poder llegar a ser una democracia
al completo. Pasando por varios enfrentamientos como la Revolución de 1989 que
acabaron derrocando al presidente junto a su esposa y, finamente,
ejecutándoles. Junto a esta revolución, el bloque socialista llevó al país
hacia la democracia representativa y a adoptar una economía de mercado capitalista.
Entrados ya en el nuevo milenio, Rumanía gozó de una incorporación a la OTAN en
el 2004 y, tres años más tarde, el 1 de enero de 2007, se adentró en la Unión
Europea.
Rumanía,
dividida en 41 provincias, es una república semipresidencial, es decir que
comparten las decisiones del país tanto el jefe de Gobierno (el primer
ministro) como el jefe de Estado (el presidente).
A
los rumanos se les relaciona, principalmente, con los gitanos de origen rumano.
Al no saber nada de ellos, o creer que se sabe, algunos medios de comunicación
o incluso algunas personas tratando el tema, dan por hecho que ambas
poblaciones son la misma al identificarse los dos “bandos” como rumanos.
Romaníes,
zíngaros, rom, son nombres que también denominan al pueblo gitano. Son una
comunidad de origen indio y europeo, aunque como la cultura gitana ha querido
preservar su historia, no se ha encontrado mucha información escrita acerca de
sus orígenes. En cualquier caso, algo que sabemos con certeza es que su primera
datación fue en el noroeste del subcontinente indostánico, refiriéndonos a las
regiones de Punjab y el Sinth. Hubo dos migraciones, la primera en el sigo XI,
siendo el islam quien irrumpe en la India y obliga a los habitantes del norte
migrara hacia al oeste; y en el siglo XIII, ocurre la segunda por una invasión
del ejército mongol que conquistaron el territorio. Teorías dicen que el
acercamiento entre las deferentes tribus y el casamiento de algunos de ellos,
se incorporaron al territorio persa y se creó un nuevo pueblo llamado Dom o Rom. La mayoría de ellos siguen desplazándose hasta llegar a Europa.
Fueron diversas circunstancias las que les instaron a seguir su camino hasta
atravesar el Bósforo y entrar en Europa, como las hambrunas y las ocupaciones
que sufrieron por parte de otros pueblos.
Son
Grecia y Armenia quienes tuvieron un papel muy importante dando paso desde
Oriente hasta el continente europeo. A mediados del siglo XIV, ya se
manifestaron varios asentamientos gitanos en las islas del Mediterráneo y en
Grecia continental.
Actualmente
el pueblo gitano se encuentra en numerosos casos en los que se ve afectado
porque no se respetan sus derechos y sus libertades se ven limitadas. Se
encuentran en situaciones de racismo y, a consecuencia de ello, suelen sufrir
ataques de violencia. Se ven envueltos en los pactos de Estados, tratados casi
como mercancías. Uno de los ejemplos es la expulsión de los gitanos de Francia
por Sarkozy, al no tener hogar, acabaron repartidos entre España y Rumanía.
Hoy
en día, la comunidad gitana ronda los 10 millones de personas. Un 80% de ellos
viven en la Europa del Este, mientras que el 20% restante está repartido en
países que forman parte de la UE. En conclusión, un 9,15% de la población
gitana vive en Rumanía.
Entrando
en la historia del pueblo gitano, esta vez, español, observamos que no se tiene
datos de su presencia hasta el siglo XV. Entrando en la península a través de
los Pirineos, se les sitúa en 1425, por un manuscrito donde se explicaba que
unos condes de Egipto Menor eran aceptados en la península por parte de Alfonso
V. En España, la comunidad de gitanos ronda los 600.000 habitantes. La
comunidad que acoge a más gitanos es Andalucía seguida por Extremadura,
Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Cataluña.
Los
gitanos sufren de un alfabetismo que ronda el 60% de su población. El pueblo
gitano español no es capaz de enfrentarse a la sociedad actual, algunos se ven
obligados a entrar en el mundo de la delincuencia para poder sobrevivir. La
consecuencia es un índice muy alto de paro entre los gitanos. Aunque reciben
ayudas por parte del Estado, a través del Plan Nacional de Desarrollo Gitano.
En
otros países como Alemania, Austria, Rumanía, Bulgaria o República Checa, se
han registrado numerosos casos de racismo violento. Aunque en España no se den
muchos casos así, sí que hay racismos ya que muchas veces la palabra “gitano”
se usa como insulto.
Los
gitanos rumanos, țiganii en rumano,
son miembros de una población nómada hindú. El nombre țiganii proviene del griego athinganein
que significa “no tocar” o “no acercarse” asociado también a una secta del
Imperio Bizantino de la Edad Media (correspondiente a Rumanía en la actualidad)
que practicaba el aislamiento. Otros términos para referirse a los gitanos en otros idiomas son egipcio y gypsy, con el motivo de que en la Edad Media se creía que el origen
del pueblo gitano era Egipto. Dependiendo de la zona en la que vivan se les
llama de una manera o de otra, por ejemplo, en Inglaterra, EEUU, Canadá y
Australia se les llama romanichal.
Desde la Antigüedad, en España y sur de Francia se les llama calé (negros), en Finlandia kaale y en Alemania sinti.
Los
gitanos no son una población homogénea, se dividen en cuarenta grupos en
función de los lazos familiares, la profesión, el dialecto y el modo de vida
(nómada o sedentario). Los que han migrado a España, ya sea por necesidad u
obligación, han acabado trabajando en la venta ambulante, la recogida de
chatarra, como peones en la construcción y en la agricultura.
Pero
poco a poco, se van adentrando en la sociedad, sin complejos raciales o
dialécticos, en España, el gitano ya forma parte de nuestro día a día siendo
una persona más. Un compañero en el colegio, o un trabajador que va en metro
hasta su oficina.
Bibliografía:
Autores: Flavia Epure y María Calderón

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