INMIGRACIÓN CHINA EN EUROPA Y ESPAÑA:
En
los últimos años, China se ha convertido en una potencia mundial. Debido a la
cantidad de habitantes que tiene y de la cantidad de capital que se mueve, han
ido ‘’invadiendo’’ la zona occidental del mundo, invirtiendo en muchos
países de la zona más desarrollada del mundo, como Estados Unidos y Europa.
Durante décadas, la población china ha ido adaptándose a la sociedad
occidental, inculcando sus costumbres, comidas, gente e incluso idioma.
Pero
no solo son grandes empresas las que ayudan al capital europeo. Las pequeñas
empresas también ayudan, esas pequeñas familias que crean bazares e invierten
en la sociedad occidental. Desde 1985 se han creado acuerdos comerciales entre
China y la Unión Europa mediados por el Acuerdo de Cooperación Comercial y
Económica, el Acuerdo de Transporte Marítimo, y desde el 2007 se han ido
desarrollando nuevos acuerdos con este país con tal de prosperar.
Las
inversiones en occidente promueven la emigración de un gran número de la
población china. Este número ha ido creciendo con el paso de los años y debido
a la mejora económica y actualmente millones de chinos viven en occidente,
fundando ‘’Chinatown’s’’ y aumentando
poco a poco la población.
Nuestro
país, como se ha indicado anteriormente está entre los más destacados en cuanto
a número de población china en inversiones se trata. Hay aproximadamente unos
178.000 chinos repartidos por toda España, principalmente distribuidos por
Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Asturias (por orden de más a menos) En
Madrid hasta hay barrios de los cuales se han apoderado, como el barrio de
Usera, donde hay farmacias, locales, restaurantes… También hay una zona en el
centro de Madrid, en el casco antiguo donde hay supermercados.
En
los últimos cuatro años las inversiones de los multimillonarios chinos han ido in crecendo, apoderándose de grandes
cadenas como El Club Atlético de Madrid cuyo estadio se llama ahora como el
comprador, el Real Club Deportivo Espanyol; también han comprado el Edificio
España, donde van a construir un hotel de la cadena NH Hoteles, también
comprada. Y muchas más empresas que han pasado a ser españolas a ser en parto o
en su gran mayoría chinas.
Pero
no solo los chinos se han introducido en occidente con empresas millonarias,
sino también familias. Gran parte de los inmigrantes chinos salen de su país
por las pésimas condiciones laborales que muchos tienen allí. La asociación
estadounidense National Laboral Committee
se dedicó a investigar sobre este tema: “todos
los años, hay cientos de estudiantes de entre 16 y 17 años que son forzados a
trabajar en turnos de 15 horas” o “los trabajadores se enfrentan a
humillaciones, multas y acoso sexual’’ Y es que muchas de las grandes
empresas se aprovechan de las personas con un salario más bajo de lo habitual,
con horarios excesivos y sin seguridad social ninguna. Por eso al mudarse al
mundo occidental lo ven como una oportunidad de empezar de nuevo.
Todo
esto, ha tenido muchas disputas con la ONU, que en su Declaración de
Derechos Humanos, describen artículos que no coinciden con la ley China
Laboral, como el artículo 8: ‘’Todos son
iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la
ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que
infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación’’ Por
otro lado en China, al ser una dictadura, no hay libertad de expresión en
muchos ámbitos por tanto los artículos de la Declaración de Derechos de la ONU
son infringidos, ya que el artículo 18 de este defiende que toda persona tiene
derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión y de expresar
públicamente su opinión.
Muchos
de los chinos, sobre todo los que tienen empresas familiares, se adaptan rápido
a las costumbres españolas, como viene siendo el idioma. Por otro lado, los
multimillonarios que invierten en empresas españolas, al tener más dinero
contratan traductores que les acompañan vayan donde vayan. Los menos
afortunados tendrán que aprender el idioma sí o sí. De todas maneras mantienen
costumbres chinas, porque los horarios no son como establece la ley española e
incluso algunos viven en las propias tiendas, en la parte de atrás.
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