El euroescepticismo relacionado con el auge de la extrema derecha
El euroescepticismo relacionado con el auge de la extrema derecha
Marzo 22, 2018
Por: Marta Jiménez Ayala. Grupo 110.
¿Qué países de la Unión Europea
tienen mayor número de euroescépticos?
Tras la salida del Reino Unido de la UE, muchos otros
países se han empezado a replantear las desventajas de la pertenencia a la
Unión Europea. Entre las causas del descontento por la UE, las principales son la política
migratoria, basada en la crisis de los refugiados, y la económica, que
trata el problema económico actual. Según El último
Eurobarómetro, realizado en
noviembre de 2015, muestra que el rechazo hacia la Unión Europea subió hasta cuatro puntos respecto
al anterior informe, publicado en mayo de 2015.
Austria y Chipre son los
países que tienen una visión más negativa de Europa: un 41% de sus ciudadanos piensa que es
"totalmente negativo" pertenecer a la Unión Europea.
Las dos siguientes naciones que muestran mayor rechazo
son Reino Unido y Grecia con un 38%. Tienen
en común que una ha conseguido el brexit (Reino Unido) y la otra, Grecia, ha
estado a punto de conseguirlo.
Otros países como Alemania (27%), Francia
(25%) e Italia (23%) tienen altos porcentajes de rechazo a la UE, pero la población que piensa que es positivo es
superior.
Sin embargo, en España sólo un 18% considera negativo pertenecer a la Unión Europea,
un 33% que es positivo y un 46% se declaran neutrales. Ningún partido ha
declarado que quiera salirse de la UE, por lo que de momento no es un tema que
preocupe a la población.
Por último,
países como Rumanía (9%), Lituania (6%) o Polonia (7%) los que menos rechazo
muestran hacia Europa. Esto se debe a que son países con una economía
más pobre y piensan que si permanecen todos juntos pueden crecer (La
información,2016).
EL AUGE DE LA EXTREMA
DERECHA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
El auge de la extrema derecha en
Europa ha dado lugar también a un mayor euroescepticismo. Según Wikipedia, la
extrema derecha se define como “movimientos o partidos
políticos que promueven y sostienen posiciones o discursos nacionalistas y conservadores. Defienden prácticas racistas, xenófobas,
contrarias a diversas expresiones culturales y religiosas, así como terminar
con la Unión Europea y oponerse al euro” (Wikipedia,2018).
En la actualidad, esta ideología política está presente en 17 parlamentos nacionales de la UE. Los más relevantes son:
En Hungría, está
presente el primer ministro Viktor
Orbánsu y su bloque político
Fidesz-KPND, de carácter conservador, anti-inmigración, euroescéptico y
nacionalista, que obtuvo en 2014 el 44,8% de los votos.
Por otro
lado, en Reino Unido, el Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP) logró hacerse con el mando con una mínima presencia en el parlamento que
y logró atraer el debate en el país , que finalmente
concluyó en un referéndum
sobre la permanencia en la UE. No es
un partido de ultra derecha, pero sí hemos podido comprobar que es
euroescéptico, ya que es el promotor del ya conocido Brexit.
En Austria, la extrema derecha también ha tenido éxito. El
islamófobo y euroescéptico Partido
de la Libertad (FPÖ), logró el 27% de los votos y quedó empatado en
la segunda posición con los socialdemócratas. Está intentando también crear una
coalición de gobierno con el líder de los conservadores, cuyo líder es Sebastian
Kur. El líder del FPÖ, Heinz-Christian Strache, es conocido por su pasado en círculos
neonazis.
En Alemania, la Alternativa
para Alemania (AfD) nació en 2013
como un partido ultraderechista y euroescéptico que a finales de año se convirtió
en el primer partido de esta ideología en
acceder al Bundestag en más de 70 años. Logró el 12,6% de los votos, consiguiendo
la tercera posición, por detrás tan solo de los cristianodemócratas y los
socialdemócratas. Nadie va a pactar con ellos, pero han conseguido entrar en el
Parlamento, influir en el debate político y dificultar la formación de
gobierno.
En Francia está presente El Frente Nacional (FN), que es un partido
ultranacionalista y con una retórica populista que ataca a la inmigración y a Bruselas, sede de la UE.
El FN reivindica en la actualidad recortar las ayudas sociales a los
inmigrantes, y reducir el número de extranjeros que pueden vivir en el país. Su líder, Marine Le
Pen, pasó a la segunda ronda de las elecciones
presidenciales de este año en las que finalmente se impuso Macron. Le Pen es claramente euroescéptica, como muchas veces
ha demostrado en alguno de sus discursos: “Ya no hay sitio para los inmigrantes
en Europa. Europa ya no tiene los medios de responder a sus necesidades.”
En Holanda, en un segundo
lugar, está El Partido de la Libertad del islamófobo y
eurófobo Geert
Wilders, que logró el 13,1 por ciento de los votos.
En Polonia gobierna en solitario la
ultraderecha. El partido polaco Ley y
Justicia ganó las elecciones de 2015 con un 37,6 por ciento de los votos. Ha
tomado diversas medidas, como la restricción de las libertades públicas, y la libertad de prensa.
En Hungría, Viktor
Orban es el líder de la
ultraderecha europea que más tiempo lleva en el poder. En total, once años. Su partido político,
Fidesz, consiguió en 2014 el 44,8% de los votos. En los últimos años ha
destacado por su rechazo a los refugiados. Sin embargo, el líder más
ultraderechista es Jobbik, que en 2014 se situó como tercera mayor fuerza con
el 20,2%. Son conocidos euroescépticos, ya que quieren celebrar un referéndum
en el que se vote la permanencia de Hungría en la UE.
En Grecia, el partido
político Amanecer
Dorado es un partido
"neonazi y violento", según estableció en 2013 el Consejo de Europa. Se
fundó en 1980 y accedió al parlamento heleno en 2012, durante la crisis de la
deuda en Grecia, y en la actualidad es la tercera mayor fuerza en el arco
legislativo griego. Su líder, Nikos Michaloliakos, está siendo
investigado por un presunto delito de haber conformado una asociación criminal. Su partido obtuvo menos del 10% de los votos
en las últimas elecciones, con discursos en contra de los inmigrantes y de
Europa.
Países que están en las
últimas posiciones del ranking como por ejemplo Italia, Lituania o República
checa no merecen mención especial, ya que sus partidos de ultraderecha
consiguieron menos del 11% de los votos (Martínez,2017).
Como acabamos de ver, el aumento del euroescepticismo
ha crecido debido en buena parte a la ruptura del Reino Unido con la UE, más
conocido como el Brexit. El filósofo y sociólogo alemán Jürgen Habermas considera que la histórica victoria del
Brexit, además de ser un síntoma de la crisis más general que atraviesa la UE,
tiene razones nacionales. También argumenta que los británicos tienen una
historia diferente a la del resto del continente y poseen la conciencia
política de una gran potencia, por lo que han tenido razones para querer
abandonar la UE (Micheloud,2016).
LA UE:
SOLUCIÓN O PROBLEMA
Como dice el economista Xavier Arrizabalo, “El “proceso
de integración europeo”, desde su creación en los años cuarenta del siglo XX hasta
la actualidad con su materialización en torno al euro desde los años noventa son,
en efecto, la negación de Europa. Es decir, la UE y el euro no es sólo que no
sean la expresión de las mejores tradiciones europeas del desarrollo económico,
progreso social y derechos democráticos, sino que son justamente lo contrario:
su negación, puesto que sólo pueden ofrecer destrucción económica, regresión
social, cuestionamiento de la soberanía nacional y, con ello, de las garantías
y libertades democráticas. Por consiguiente, el euro no es parte de la
solución, sino parte del problema. Esta moneda es el instrumento para
disciplinar las políticas económicas de los gobiernos, sometiéndolas a los
dictados del capital financiero” (Arrizabalo,2016). La UE utiliza el euro para
hacer que todas las economías giren en torno a una misma política económica, la
cual sirve a los intereses del capital y perjudica a las clases trabajadoras.
El euroescepticismo es un movimiento político y social
que se basa en el rechazo, en mayor o menor medida, de la Unión Europea por
parte de los ciudadanos europeos. Hay tres tipos:
1.El euroescepticismo fuerte: Es el que exige
la retirada del propio país de la Unión Europea o la disolución de esta,
considerando a la institución como un ente no democrático,
burocrático y opresor con sus estados
miembros.
2. Euroescepticismo suave o moderado: Defiende la existencia de la Unión Europea y la pertenencia del país propio a esta, pero rechaza políticas comunitarias específicas (económicas, de migración...) y la construcción de una Europa federal.
2. Euroescepticismo suave o moderado: Defiende la existencia de la Unión Europea y la pertenencia del país propio a esta, pero rechaza políticas comunitarias específicas (económicas, de migración...) y la construcción de una Europa federal.
3. Euroescepticismo por defecto: euroescépticos por ignorancia o falta de datos: Europa es percibida como un ente lejano y distante, que poco o nada tiene que ver con nosotros; su única misión es mandar a los que mandan, los cuales, dicho sea de paso, tampoco gozan de buena reputación (Salazar,2015).
Para concluir, hemos visto que los partidos de extrema derecha están
creciendo y se están haciendo con el poder en muchos países. Una de las razones
es que los ciudadanos euroescépticos solo tienen esa opción de voto, ya que son
los únicos partidos que apoyan la salida de sus respectivos países de la UE.
Por ello, la izquierda tiene que ser capaz de crear un proyecto de ruptura
contra la UE y el euro, y articularlo alrededor de un movimiento popular que
sobrepase las estructuras de partido. Si esto no se hace, quienes se harán con
la mayoría social en el contexto de la decadencia de la UE y del
euroescepticismo será el neofascismo y los partidos ultraderechistas.
“Los neofascistas apoyan una ruptura nacional, es decir desde un lado externo
a la persona, de exaltación de la nación y que apuesta por el repliegue
nacional y el cierre de fronteras. La nuestra debe ser una “ruptura
democrática” construida desde un relato conectado a las personas, a sus
derechos y dignidad y que apueste por la conformación de nuevos espacios internacionalistas
de coordinación, acogida e integración regional alternativos a la UE, al euro y
a su lógica de primacía del mercado” (Noguera,2017).
BIBLIOGRAFÍA
Arrizabalo Montoro, Xavier.2016. “Conclusiones: ¿Hay alternativa en el marco
de la UE y el euro?” Capitalismo y economía mundial. Pp:645, Madrid, IME
LA INFORMACIÓN. 2016. ¿Qué países de la Unión Europea tienen
mayor número de euroescépticos? LA INFORMACIÓN. 24 junio. https://www.lainformacion.com/mundo/europa/brexit/euroescepticos-paises-union-europea_0_929007476.html
Último acceso: 18/03/2018
Martínez,
A. 2017. Populistas, ultraconservadores y
neonazis: radiografía de la extrema
derecha en Europa. EL CONFIDENCIAL. 22 octubre. https://www.elconfidencial.com/mundo/2017-10-22/populistas-ultraconservadores-yneonazis-radiografia-de-la-extrema-derecha-en-europa_1464096/
Último acceso:
18/03/2018
Micheloud, A. 2016. Jürgen Habermas:
“Jamás pensé que el populismo pudiera derrotar al capitalismo en su país de
origen”. LA IZQUIERDA DIARIO. 20 julio. https://www.laizquierdadiario.com/Jurgen-Habermas-Jamas-pense-que-el-populismo-pudiera-derrotar-al-capitalismo-en-su-pais-de-origen?id_rubrique=1201
Último acceso:
18/03/2018
Noguera, A. 2017. Euroescepticismo, izquierda y neofascismo: retos
urgentes. CTXT. 25 enero. https://ctxt.es/es/20170125/Firmas/10560/euroescepticismo-UE-mercado-comun.htm Último acceso: 18/03/2018
Salazar, B. 2015. EUROESCEPTICISMO, PREZI. 29 junio. https://prezi.com/7ezmoiyim8aw/euroescepticismo/ Último acceso: 18/03/2018
Wikipedia.2018. Extrema derecha, WIKIPEDIA. https://es.wikipedia.org/wiki/Extrema_derecha Último acceso: 18/03/2018
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